30/11/09

Vidas muertas

Yo era pequeño, y estaba viendo cohetes, y era guay, y de repente me entraron ganas de ser astronauta, pero vino un cura y me habló de niños muertos, y yo me sentí culpable, y me sentí culpable muchos años, pero un día dejé de sentirme culpable…

¡Ah! ¡En una playa! ¡En una playa dejé de sentirme culpable! ¡Esto es muy importante!

Y ahora soy mayor, y escribo en un periódico, y ya no me siento culpable, porque yo no tengo la culpa de que se mueran los niños, y lo de los cohetes estaba guay, y es tontería ponerse a buscar los caminos que conectan unos hechos con otros, porque se te pone la cabeza loca, y es mucho mejor mirarlos así, aislados, como si las cosas no estuviesen relacionadas unas con otras, y el mundo fuese una cosa sencilla, como comer en un buen restaurante, o conducir un buen coche, o escribir artículos sobre niños y cohetes en un periódico recién estrenado.

¡Ay! Si pudiese volver a ser aquel niño que veía alunizar al Apolo 11…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué es lo que te llevó a no sentirte culpable? Porque yo me sigo sintiendo culpable todavía...

Carmencita

La mano del ventrilocuo dijo...

Hooola, Carmencita! k tal?

No se si has visto el texto enlazado... mi texto pretende ironizar sobre la ausencia de culpabilidad que ese otro texto declara.

En primer lugar, y en referencia al otro texto, no se trata de sentir culpabilidad o no (sentimiento inútil donde los haya, pero esa es otra historia), sino de negar la obviedad de que en este mundo no hay dos cosas que no estén relacionadas de alguna manera, en concreto la riqueza de unos y la pobreza de otros.

No se trata, como sugiere girauta, de que el dinero del programa apolo se pudiese haber usado para paliar el hambre en el mundo (que también), sino de algo más sutil que tiene que ver con un sistema económico que necesita que existan desigualdades. ¿El programa espacial es la causa de la pobreza en el mundo? No, claro que no, pero el programa espacial responde en gran medida a la necesidad de las grandes corporaciones de mantener un negocio en marcha, y esto es significativo porque señala los fines del sistema: el beneficio de unos pocos a costa de lo que sea. Y un sistema que persigue este fin, no persigue otros, por ejemplo la erradicación de la pobreza. O sea, que sí, que aunque la relación entre una cosa y la otra sea sutil, existir, existe, y no tiene nada que ver con la demagogia ni con la culpa.

No es demagógico criticar una empresa como el programa Apolo por los fines que perseguía, que solo tangencialmente tenían que ver con los fines declarados. Es obvio que el programa Apolo tenía un interés científico menor, como lo tienen tantas empresas tecnológicas de entonces y de ahora, y sí mucho que ver con intereses propagandísticos y económicos (en el sentido de beneficio para unos pocos).

O sea, que sí, que una cosa y la otra tienen que ver, y que uno se puede sentir culpable o no, pero lo que no se puede es negar la relación entre las dos cosas, y mucho menos hacer pasar la falta de culpa por la falta de relación entre ambas cosas.

Espero que esto aclare el post...