La mano del ventrílocuo: decálogo de andar por casa

21/10/10

Que hoy puede ser un gran día es una bobada; que hoy puedes hacer un buen día lo es un poco menos.
Ahora bien, nadie dijo que esto fuese fácil; aunque tampoco que fuera imposible, así que empieza por alguna parte, pero empieza.
Y si no puedes hacer nada ahora, tómate una cerveza, pero si puedes, mejor déjala para otro día.
Eso sí, el peligro está ahí: puedes perder el tiempo quejándote de lo que no puedes cambiar, o hacer algo aquí y ahora. Tú eliges.
Aviso: no hay segundas oportunidades; todas son primeras.
Observación: el pasado y la memoria son cosas distintas; el futuro y la imaginación, también. No te confundas. Por cierto, el futuro va por libre: no demostrará nada. Y si demuestra algo, será demasiado tarde.
Ya sé que no mola, pero es posible que los otros sepan algo que tú no sabes, así que presta atención.
Respecto a las cosas, no te empeñes: a menudo están claras; eres tú el que se lía.
Y no te engañes: o te expones, o te escondes.
Por último: acostúmbrate a protestar. Puedes empezar por esto que acabo de decir.