25/2/12

Desarrollo a escala humana

¿Y qué pasará en el futuro? Con respecto a este tema, me gustaría compartir con ustedes la idea de un buen amigo mío, el distinguido ecólogo argentino Dr. Gilberto Gallopin, que ha propuesto tres posibles versiones del futuro.

La primera es la posibilidad de la extinción total o parcial de la especia humana. la forma más obvia de que esto ocurra es a través de un holocausto nuclear, el cual, según sabemos, se basa en el principio de la Destrucción Mutua Asegurada. Pero además del holocausto nuclear, hay una serie de procesos actuales que pueden causar dicha situación: el deterioro del medio ambiente, la destrución de los bosques, la destrucción de la diversidad genética, la polución de los mares, lagos y ríos, la lluvia ácida, el efecto invernadero, la reducción de la capa de ozono, y otros.

La segunda posibilidad es la barbarización del mundo. Algunas características serían el surgimiento de burbujas de enorme riqueza, rodeadas de barricadas o fortalezas para proteger esa riqueza de los inmensos territorios de pobreza y miseria que se extienden más allá de las barricadas. Es interesante destacar que esta versión aparece cada vez más en la literatura de ciencia ficción de la última década. Es como la atmósfera de Mad Max, tan brillantemente descrita por los australianos en este film. Muchos de estos síntomas ya se encuentran en algunas actitudes mentales y en la existencia real de áreas aisladas para los muy ricos, que no quieren contaminarse visual, auditiva o físicamente con la pobreza. Un componente de esta versión será el resurgimiento de regímenes represivos, que cooperarán con las élites ricas e impondrán condiciones de vida cada vez peores para los pobres.

La tercera versión presenta la posibilidad de una gran transición –el pasaje de una racionalidad dominante de competencia económica ciega y de codicia, a una racionalidad basada en los principios de la solidaridad y el compartir-. Podríamos llamarlo el pasaje de una Destrucción Mutua Asegurada a una Solidaridad Mutua Asegurada. La pregunta es si podemos hacerlo. ¿Tenemos las herramientas, la voluntad y el talento para construir una Solidaridad Mutua Asegurada? ¿Podemos vencer la estupidez que hace que posibilidades como esa queden fuera de nuestro alcance? Creo que sí podemos, y que tenemos la capacidad. Pero no nos queda mucho tiempo.

Queremos cambiar el mundo, pero nos enfrentamos a una gran paradoja. En esta etapa de mi vida, he llegado a la conclusión de que no soy capaz de cambiar el mundo, ni siquiera una parte de él. Solo tengo el poder de cambiarme a mí mismo. Y lo fascinante es que si decido cambiarme a mí mismo, no hay fuerza policial en el mundo que pueda impedirme hacerlo. La decisión depende de mí, y si quisiera hacerlo, puedo hacerlo. Pero el punto fascinante es que si yo cambio, puede ocurrir algo en consecuencia que conduzca a un cambio en el mundo. Pero tenemos miedo a cambiar. Siempre es más fácil intentar cambiar a los otros. La enseñanza de Sócrates fue: “conócete a ti mismo”, porque sabía que los seres humanos tienen miedo a conocerse. Sabemos mucho de nuestros vecinos, pero muy poco sobre nosotros mismos. Entonces, si simplemente pudiéramos cambiar nosotros mismos podría darse la posibilidad de que algo fascinante pueda suceder en el mundo.

Espero que llegue el día en que cada uno de nosotros sea lo suficientemente valiente para poder decir, con toda honestidad: “soy, y porque soy, me volví parte de…”. Me parece que este es el camino correcto a seguir si queremos poner fin a una manera estúpida de vivir.


Desarrollo a escala humana.

Manfred Max-Neef

17/2/12

David Icke

“Si usted quiere esconder algo a los pueblos, incúlqueles una manera de pensar que sea la más lejana posible de lo que ocurre realmente, a fín de que, si la verdad es revelada, parezca tan ridícula y fantástica como para que la mayoría la acepte. Y en efecto, si usted hace suficientemente bien su trabajo, la gente va a transformar la verdad en algo irrisorio, a decir que es una locura y a ridiculizar a quien intente promoverla."

David Icke

11/2/12

Acceso no autorizado

"Soñamos con la conspiración porque implicaría la existencia de un orden, y eso nos calma. Gentes que piensan a largo plazo, gentes que estudian y se organizan, proyectan y actúan. Esas gentes existen, desde luego; el dinero acumulado facilita la organización. Pero no están unidas. Nuestra política hoy es forcejeo, no hay otra palabra más noble para definirla, ni más misteriosa. Fuerzas que intentan vencer resistencias, y lo hacen las más de las veces de forma grosera, sin respetar las reglas pues, si nadie las cree, ¿quién las va a defender? Forcejean más y hieren más y vencen los que más han acumulado, cuanto más forcejean y vencen, más acumulan y más siguen teniendo. Desde el otro lado solo hay pequeños avances, escarceos que no logran dar un vuelco a la situación."

Acceso no autorizado, Belén Gopegui.

3/2/12

El talón de hierro

Al oir estos días a un conocido banquero español, he recordado esta palabras:


"Verá que los poderosos están convencidos de la justeza de sus acciones. Esto es lo más grave y absurdo de toda la situación. Es algo tan íntimo a su naturaleza, que son incapaces de hacer algo que no consideren correcto. Han de justificar siempre sus actos.

Cuando tratan de realizar algo, algún negocio, por supuesto, le dan vueltas en sus cabezas hasta que encuentran una justificación religiosa, ética, científica o filosófica que les asegure de lo correcto del proceder. No importa de qué se trate, la sanción moral acaba llegando. Se sirven de una casuística elemental, jesuítica; siempre ven en el mal que puedan hacer los beneficios que pueden resultar de él. Una de las ocurrencias más axiomaticas a la que han llegado es la de que son superiores al resto de la humanidad en talento y eficiencia. De ahí proviene su idea de que proporcionan el pan y la mantequilla al resto de la humanidad. Han resucitado las antiguas teorías del derecho divino de los reyes, en su caso un derecho mcercantil.

La debilidad de su postura es que se trata simplemente de hombres de negocios; no son filósofos. No son biólogos ni sociólogos. Si lo fueran, por supuesto que todo marcharía mejor. Un empresario que fuera también biólogo o sociólogo estaría más próximo a conocer las acciones más adecuadas para regir la humanidad. Pero fuera de su actividad lucrativa, son profundamente ignorantes. No tienen ni idea de en qué consiste la sociedad, y la humanidad les es ajena, pero se consideran ellos mismos como los regidores del destino de millones de hambrientos y de todos los seres socialmente derrotados. Algún día, la historia se mofará de toda esta maraña."


El Talón de Hierro, Jack London (publicada en 1908).