Bajo a tirar la basura y veo un viejo monitor de rayos catódicos en el cuarto de las basuras.
Pienso que la clave del capitalismo es la misma que la de la magia: crear una ilusión ocultando el truco. El capitalismo, como la magia, está lleno de dobles fondos, trampillas, pequeños pájaros sacrificados, innumerables trucos que invisibilizan los costes y consecuencias de su funcionamiento, y hacen creer que lo imposible es posible. Y aunque todos sabemos que hay truco, no queremos conocerlo.
Quién ha abandonado ese monitor cree en la magia: el monitor apareció un día por arte de magia en una tienda, y desaparecerá por arte de magia del cuarto de la basura. Sin más, sin otra consecuencia.
Y un segundo pensamiento: hasta no hace mucho, viejo era sinónimo de inútil. Ya no. Ahora viejo es sinónimo de pasado de moda. Mundo raro este en que lo útil ya no tiene valor.
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