24/7/12

Recortes

Hace unos días preguntaba a los oyentes una locutora de radio, por dónde recortarían en época de crisis. Ahí va una primera lista de cosas que se me ocurren:

- Horas de trabajo: tendríamos que trabajar al menos la mitad de horas para poder dedicar tiempo a formarnos, informarnos, participar, convivir, socializar, cuidar, ayudar…
- Objetos consumidos: tendríamos que pensar qué cosas pueden salir de casa, en lugar de pensar qué cosas entran en casa.
- Velocidad: tendríamos que recortar en la velocidad a la que hacemos todo. Deberíamos demorarnos más en las cosas, tomarnos nuestro tiempo, bajar la velocidad del pensamiento para poder mirar, para ver, para prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor.
- Televisión y demás pantallas: si no nos atrevemos a prescindir de la tele, habría que dividir por varios números las horas de tele. Igual para el resto de pantallas. Más experiencia vivida, menos experiencia referida. A pisar la calle.
- Kilómetros: definitivamente, hay que recorrer menos kilómetros. Y los que se recorren, deben recorrerse a menos velocidad.
- Comidas: conviene comer menos carne, y menos “productos Marco Polo” (aquellos que recorren medio mundo hasta llegar a nuestra mesa).
- Gente tóxica: si no puedes alejarte de ellos, al menos ignóralos.
- Expectativas y deseos: tendríamos que aprender a clasificar nuestras expectativas y deseos para distinguir las razonables de las que no lo son, las legítimas de las que no lo son. Desear ser amado es legítimo, incluso razonable; esperar que esa persona particular sea quién me ame, no lo es. Una expectativa razonable nos abre los ojos, una expectativa irracional nos ciega.
- Pensamientos negativos: sin dejar de ver lo malo que hay en el mundo, hay que “saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio”.

Se admiten sugerencias.